Actualmente no existe cura para la enfermedad, aunque hay muchas investigaciones experimentales en varias fases que se están llevando a cabo en distintos laboratorios científicos. Pero sí que esta demostrado que el mejor tratamiento para la enfermedad es combinar tratamiento farmacológico (fármacos que prescribe el especialista en neurología) y tratamiento no farmacológico (TNF) .
Este tratamiento hace que ralentizan la progresión de la enfermedad, mejoran la calidad de vida de las personas, haciendo que mantenga su autonomía el mayor tiempo posible.
Los tratamientos farmacológicos son específicos para el tratamiento sintomático de la enfermedad de Alzheimer: dirigidos a paliar los síntomas cognitivos, la neurotransmisión, así como reducir síntomas conductuales producidos por la enfermedad (agitación, ansiedad, agresividad…)
Los tratamientos no farmacológicos tienen como objetivo mejorar aspectos relacionados con la cognición, la capacidad funcional y el estado de ánimo. Entre los beneficios que encontramos en las TNF son: